Los depósitos bancarios corresponden a dineros depositados en bancos o entidades financieras para que estos se encarguen de la custodia de dichos dineros, al mismo tiempo que el banco o la entidad financiera correspondiente garantía la seguridad de la inversión y retorna intereses al titular del depósito. A diferencia de una cuenta corriente, en un depósito el titular de este generalmente está condicionado a dejar el dinero en el banco o la entidad financiera por un tiempo o plazo determinado y solo podrá retirarlo cuando este se cumpla.
Hay dos tipos de depósitos básicos: a la vista, en el que la entidad financiera tiene la obligación de devolver al inversionista los fondos depositados cuando este lo disponga así, sea total o parcialmente; este tipo de depósito también es conocido como irregular. El otro tipo de depósito básico es el depósito a plazo, siendo este el más frecuente; este se divide en depósito a plazo fijo (con duración de 1, 3, 6 y 12 meses, con renovación automática a vencimiento) y depósito a corto plazo (a un mes, con rentabilidad de entre 5% y 11%.
A abril de 2013 los mejores depósitos en Europa son:
– BFS: 6, 12, 13 y 25 meses, hasta 3,50% TAE.
– Banco Espirito Santo: 6 y 12 meses, hasta 3,2% TAE.
– Lloyds Bank: Cuenta Premiera al 3% TAE.
– Banco Pichincha: 12 meses al 3% TAE.
– Caja Almendralejo: 6 meses al 2,75% TAE.
– ING Directo: 4 meses al 2,6% TAE.
La TAE es la Tasa Anual de Equivalencia.