Los bienes tangibles son algunas de las inversiones preferidas de muchos debido a que se trata de valores que se pueden ver y tocar, lo que genera una sensación de seguridad que otros productos financieros no generan, como pueden ser las acciones o las inversiones en divisas internacionales. Además de los sellos, las monedas son una de las propiedades que se consideran una excelente inversión en materia de bienes tangibles. Las monedas tienen como beneficio que ya de por sí cuentan con un valor previo, aunque algunas veces como consecuencia de los cambios en materia económica que realizan los países que emitieron la moneda este se devalúa y pueden llegar a perder por completo su valía, sobre todo si se trata de una moneda de la que hay muchas piezas, relativamente actual y que provenga de un país que todavía existe.
En cambio, las monedas antiguas tienen un valor muy superior, en función de la cantidad de piezas similares que se hayan encontrado, así como de los materiales en los que se acuñara, de modo que las monedas de oro que tienen cierta antigüedad, como pueden ser las que tienen más de cien años pueden llegar a tener un valor incalculable. Roma, Grecia o el imperio español son un claro ejemplo de monedas que pueden ser sumamente valiosas.